La
voz interior del protagonista permite conocer a un asesino sin escrúpulos, con
códigos de comportamiento, pero no códigos morales, muy alejado de cualquier
héroe, ni siquiera trágico. Es el secreto de la utilización inteligente del
punto de vista, que no deja resquicios para que el espectador simpatice con el
diablo.
Critica en Revista Mutaciones
Aqui va el enlace:
.
Comentarios
Publicar un comentario