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Mostrando las entradas etiquetadas como Estrenos

The Killer (2023)

La voz interior del protagonista permite conocer a un asesino sin escrúpulos, con códigos de comportamiento, pero no códigos morales, muy alejado de cualquier héroe, ni siquiera trágico. Es el secreto de la utilización inteligente del punto de vista, que no deja resquicios para que el espectador simpatice con el diablo. Critica en Revista Mutaciones Aqui va el enlace: . Crítica de 'El asesino', de David Fincher (2023). Revista Mutaciones

Megalodón 2 (2023)

No cabe negarle el mérito de ser puro entretenimiento de verano, una película de consumo fácil y rápido. Lograr metas más ambiciosas hubiera necesitado una trama más elaborada, personajes más complejos y concentrar la acción en un clímax final más preciso. Crítica en Revista Mutaciones Aquí va el enlave: Crítica de Megalodón 2: La fosa (2023), Ben Wheatley. Revista Mutaciones

Todos los nombres de Dios (2023)

La potencia de una imagen de un hombre solo cargado con explosivos en la Gran Vía de Madrid. Critica en Revista Mutaciones Aquí va el enlace: Crítica de Todos los nombres de Dios, de Daniel Calparsoro (revistamutaciones.com)

Indiana Jones y el dial del destino (2023)

La quinta entrega de la serie Indiana Jones va a cerrar la saga. Después del resbalón del cuarto episodio parecía razonable cerrar la aventura con un capítulo más digno, con un héroe maduro y escéptico. El riesgo -patético- era mostrarlo dando tumbos como si fuera un adolescente. Salvado este escollo, aquí están los pros y contras de Indiana Jones y el dial del destino . A favor En contra Una secuencia final digna, que confirma a quienes creían que Marion (Karen Allen) escondía un personaje más interesante y sutil que el propio Indiana Demasiado previsible La persecución en Tánger: clásica y con humor Larga, con set pieces prescindibles Phoebe Waller-Bridge mantiene el tipo, recuerda (quizás demasiado) a Marion y es una gran candidata a una continuación femenina Poco interés de los personajes secundarios, incluido el de Antonio Banderas, además de desembarazarse pronto de otros que p

Extraña forma de vida (2023)

Almodóvar propone un cierre en falso. ¿Por qué un cineasta español como Pedro Almodóvar tiene la pulsión de rodar un wéstern en estos momentos? Desde luego no para revisar las leyendas, crueldades o falsedades de la historia de los Estados Unidos. Tampoco para rendir homenaje a un género que lleva dando ya hace años sus últimas bocanadas, eso sí, algunas muy brillantes. Probablemente sí para contar una historia de amores imposibles y trágicos. En este caso una historia de amor entre dos hombres, algo que a lo que el wéstern clásico prestó poca atención hasta Brokeback Mountain (2005 ). De todas formas, hay que ser prudentes con estas afirmaciones tan categóricas. El wéstern ha prestado mucha atención a las amistades cercanas y entrañables entre hombres. El género está plagado de secuencias donde dos hombres duermen a la lumbre de una hoguera o charlan a la orilla de un rio y cuentan sus secretos más íntimos - Dos cabalgan juntos (1961), Appaloosa (2008) - aunque se puede barruntar

El maestro jardinero (2023)

Trilogía trascendental. Paul Schrader cierra su trilogía sobre la expiación y la redención con El maestro jardinero (2023), un ciclo que inició con El reverendo (2017) y prosiguió con El contador de cartas (2021). La trayectoria cinematográfica de Schrader es larga, pero a estas tres películas se les puede -con toda propiedad- clasificar como pertenecientes a su estilo tardío- un estilo de balance, conexión con nuevas tendencias y fin de trayectoria artística-, un concepto acuñado por Edward Said aplicado a músicos como Mozart, Beethoven y otros, y desarrollado por el crítico de cine Carlos Losilla para cineastas clásicos como Ford, Hawks o Hitchcock o contemporáneos como David Cronenberg. Los tres personajes de estas películas son hombres solitarios que tiene que purgar los pecados de un pasado oscuro y turbio y por ello asumen una vida de ascesis, mientras como telón de fondo el cineasta dirige una mirada acusadora sobre Estados Unidos. La crisis climática, las torturas de Abu

Taxibol (2023)

  En el corazón de las tinieblas. El director italiano Tommaso Santambrogio, colaborador habitual de Werner Herzog y Lav Diaz, penetra en el horror del corazón de las tinieblas para construir una película, Taxibol (2023), en tres actos. El primero se centra en la conversación que mantienen Lav Diaz, el conocido director de cine filipino, y el taxista cubano Gustavo Fleicha. Una conversación entre amigos que hablan de todo. De la diferencia de culturas y de cómo los idiomas no suponen una barrera (como lo demuestra la propia película), de los amores frustrados, de la crisis global, del poder del cine para cambiar el mundo. Si no sonara a boutade y despropósito, esta conversación recuerda a John Travolta y Samuel L. Jackson en Pulp Fiction conduciendo su coche por las calles de Los Ángeles con su verborrea torrencial.   Son conversaciones que no quisieras que se acabaran nunca. Te gustaría seguir escuchándolos, y observándolos, durante horas. Al final de esta conversación, y esto

Padre no hay mas que uno 3

Las máscaras de Santiago Segura. En los años 60 y 70, el cine español se pobló de películas llamadas peyorativamente españoladas .   El público reconocía a unos personajes interpretados por Concha Velasco, López Vázquez, Paco Martínez Soria o José Sacristán y se reía con ellos. Estas películas también hacían alusión a una realidad – aunque con una mirada rancia - que se venía encima: el turismo, unas costumbres más libres, el éxodo rural, etc. Las películas. rodadas funcionalmente y con pocos medios, cumplían un doble objetivo: divertir al público y aleccionarlo ideológicamente.   Segura es el sucesor actual de aquellos precedentes. Tiene olfato y don promocional. La creación de un personaje con sus respectivas sagas facilita su continuidad en el tiempo. Torrente conectó con el público y la crítica en su primera entrega, por su descaro esperpéntico y captar un ambiente de desencanto social. En sus antípodas, Padre no hay más que uno opta por un humor blanco alejado de una realidad

Tenéis que venir a verla (2022)

Jonás, que cumplirá los 60 en el año 2041. Tenéis que venir a verla es el irónico juego de palabras con el que Jonás Trueba invita al espectador a ver su última película en las salas de cine. El público se sienta en su butaca y Trueba nos presenta en un primer plano prolongado -sin diálogos, solo con la música al piano de Chano Domínguez con una pieza, no por azar, titulada Limbo - a los cuatro personajes, dos parejas que se reencuentran tras el confinamiento de marzo de 2020. No se sabe nada de ellos, ni de sus relaciones, pero ese primer plano nos familiariza con todos. Casi a la antigua usanza, como en el mejor cine clásico, cuando se repetía en los primeros minutos de la película el nombre de los protagonistas para que el espectador se identificara con los mismos.   El filme avanza, pero el conflicto no estalla. Todo aparenta liviano en la superficie. La crítica ha hablado de boceto o ensayo, pero tras esta capa de superficialidad y cotidianeidad (conversaciones triviales, visita

Parásitos (2019)

Gatera fatal. El uso del espacio como recurso estilístico. Plano de una estrecha ventana a ras del suelo desde donde se contempla la vida de la calle, luego la cámara desciende donde se encuentra Gi Woo con intención de capturar el wifi de algún vecino. En seguida aparecen sus padres y su hermana. Ya está presentada la familia Ki-Taek y su entorno. Un semisótano pequeño, abarrotado, con un retrete en alto, con una luz cálida, colmado de tonos verdosos y marrones. Pronto Gi-Woo acudirá – literalmente ascenderá- a la casa de los Park, otro grupo de parásitos, pero de distinto cariz. Un hogar opuesto al primero: Espacios amplios, ordenado y limpio, decoración minimalista y fría, todo abrazado por un ventanal que mira a un amplio jardín. Es el hogar que los Ki-Taek invadirán. Un hogar que esconde secretos oscuros, donde la lucha entre parásitos de la misma estirpe será cruel. La tragedia no tarda en desencadenarse. Antes de consumarse, Gi Woo se mirará reflejado en un cristal y comprenderá

We are who we are (2020)

¿Por qué We Are Who We Are es una buena serie?   Enric Albero, un crítico pionero en escribir en los medios de comunicación sobre series de televisión, opinaba que el episodio 4 de la serie de Luca Guadagnino - We Are Who We Are- “encontraba en su puesta en escena la adecuación entre sus imágenes y su discurso”. Cierto. La puesta en escena de Luca Guadagnino – responsable de la plantilla estilística de la serie, aquella que define su enfoque visual, duración y progresión dramática de los personajes- cuenta con unos rasgos de autor reconocibles, donde logra integrar fondo y forma. Unos adolescentes norteamericanos – a los que se trata con respeto, pero no con condescendencia- en una base militar en el Véneto italiano deambulan de un lado a otro, dando tumbos, mientras la cámara se mueve tras ellos con largos travellings, uso de grúas y saltos bruscos de primeros planos a planos generales. La serie narra el proceso de maduración de estos adolescentes y la búsqueda de su identidad

Corsage (2022)

Intriga visual   Los motivos icónicos de la pintura son una fuente de inspiración constante para los cineastas. Una mujer mirando al exterior por una ventana es uno de esos motivos. Un ejemplo:   Interior, mujer en la ventana (1880) (figura 1), del pintor impresionista Gustave Caillebotte (1848-1894). Este tipo de obras ofrecen múltiples lecturas. ¿Qué mira esta mujer? ¿Qué piensa? ¿Qué anhela? ¿Qué añora? En el cuadro de Caillebotte el espectador tiene que poner mucho de su parte, aunque tenga algunos datos, que Victo r I. Stoichita denomina “la puesta en escena de una intriga visual” ( Ver y no ver , Siruela, 2005). Esta mujer ve el reflejo de su propia representación. Otro edificio frente a su casa, otra mujer pensativa en una ventana de ese edificio. También tiene otra pista. La separación entre la mujer y el hombre, sin contacto visual ni corporal, indiferentes uno del otro. Una, abstraída, viendo pasar la vida. El otro, ausente, leyendo el periódico. Mientras que Caillebotte apo

Gravity (2013) / Cuando todo está perdido (2013)

Propuestas paralelas en tiempos de desconcierto. Gravity (Alfonso Cuarón, 2013) fue recibida con alborozo por la crítica y la academia por sus recursos técnicos en 3D, su virtuosismo formal y la interpretación de Sandra Bullock. Cuando todo está perdido (All is lost, J.C. Chandor, 2013) también fue aplaudida en Cannes 2013. Ambas fueron presentadas ese mismo año. Quizás la fecha no fuera casualidad. Tras la crisis de 2008, la sociedad quedó desorientada. No es, pues, extraño que en las pantallas de cine tomaran presencia personajes en busca de nuevos espacios o simplemente a la deriva, que sufren todo tipo de infortunios para sobrevivir. Chandor había explorado el tema de la crisis económica en Margin Call (2011 ) . Cuarón en Y tu mamá también (2001) mostraba como telón de fondo un contexto social y económico de degradación.   Gravity comienza con un largo plano de un paseo espacial entre la Dra. Stone (Sandra Bullock) y Matt Kowalski (Geoge Clooney), con una coreografía que remite

Petite Maman (2021)

El túnel  del tiempo. Otra vuelta de tuerca al cine fantástico. Desde que ganara el premio al mejor guion en Cannes por Retrato de una mujer en llamas (2019) y la revista Sight & Sound situara esta película en el puesto 30 del ranking de las mejores de la historia , la figura de Céline Sciamma se ha convertido en una referente del cine contemporáneo. Las películas de Sciamma forman un fresco sobre la condición femenina – la transición entre la adolescencia y la madurez, la búsqueda de la identidad sexual o las relaciones maternofiliales- narrado con un estilo propio, sin excentricidades en la planificación, con una estudiada composición pictórica, una utilización intencionada del color y la música expresiva, … La autora ha creado un universo personal – Tomboy (2011) o la propia Petite maman (2021 ) - del que participan alguna de las cineastas más jóvenes de la actualidad como Estíbaliz Urresola con 2000 especies de abejas (2023) o Alauda Ruiz de Azúa con Cinco lobitos (2022)

Veneciafrenia (2022)

Turistas accidentados. Álex de la Iglesia no ha perdido el olfato. Esta vez ha elegido un tema de actualidad, la turismofobia, y lo ha llevado a su terreno: el humor negro y el terror, envuelto en los códigos férreos de un género como el “slasher” que le facilita seguir el desarrollo del relato sin descarrilar. El “slasher” es una variante del género del terror, o un derivado de otro subgénero denominado “giallo”, donde un psicópata o asesino busca venganza de quienes le han producido algún tipo de daño o representan una amenaza, generalmente un grupo de adolescentes, amigos o familia, que se encuentran en entornos apartados y fuera de su contexto habitual donde son sádicamente perseguidos. Los asesinos llevan sus rostros ocultos por máscaras y provocan sus muertes con cuchillos, espadas, motosierras o cualquier tipo de arma blanca. Todos estos rasgos describen bastante bien “Veneciafrenia”. Un grupo de turistas españoles llega a Venecia para celebrar la despedida de soltera de una de

Llegaron de noche (2022)

Única testigo Las cartas boca arriba. Me gusta el cine de Imanol Uribe. Sus películas están bien contadas. A Imanol Uribe le ha perjudicado la proximidad a los hechos que narraba. Mostrar a los personajes de “La fuga de Segovia” (1981) como héroes aventureros, al estilo de “La gran evasión” (1963) de John Sturges, o al personaje de Carmelo Gómez en “Días contados” (1994) como un héroe trágico, era una buena idea cinematográfica, pero no hacía otra cosa que revestir a ETA de una aureola romántica de la que indudablemente carecía. Pero también hay que reconocer que su cine fue evolucionando y describió pronto, en “La muerte de Mikel” (1983), el ambiente intolerante y manipulador del entorno etarra y que, más tarde, dio un giro en “Lejos del mar” (2015) para acercarse al mundo de las víctimas. El gusto de Imanol Uribe por el cine de género – cine de aventuras en “La fuga de Segovia”, melodrama en “La muerte de Mikel” o cine negro en “Días contados”- le permitía armar películas bien estruc

Introduction (2021)

La insoportable levedad del paso del tiempo. Aviso a navegantes: Introduction es una película surcoreana, en versión original subtitulada y blanco y negro, con una duración inusual de 66 minutos, dirigida por Hong Sang-soo, un director muy apreciado por los festivales de cine y la crítica especializada. De hecho, esta película ganó el Oso de Plata al mejor guion en el último festival de Berlín. A Hong Sang-soo se le suele comparar con Rohmer o Woody Allen. Quizás sea para sugerir que se trata un autor muy prolífico (casi una película al año) o que sus películas transmiten una sensación de levedad, algo así como decir que exploran asuntos de calado (conflictos entre generaciones, relaciones de pareja), pero con un tono sencillo e informal, sin darles pesadez ni espesura. Leyendo atentamente los títulos de crédito de Introduction vemos que Hong Sang-soo es su director, productor, guionista, así como responsable de la fotografía, música y montaje. Un artista con un mundo propio e id
“Blonde”. ¿Quién teme a Norma Jeane? Marilyn Monroe fue un mito erótico masculino en los años 50 y 60 del pasado siglo. Más tarde en los 70 y 80 pasó a ser un mito cinéfilo. Jose Luis Garcí filmó un cortometraje en esta línea cinéfila en 1975 titulado  Mi Marilyn . Para las nuevas generaciones el icono Marilyn quizás sea algo más lejano: una excelente actriz que encarnaba el papel de “rubia tonta” y era capaz de robarles escenas a Jack Lemmon, Robert Mitchum o Clark Gable. Para el espectador de hoy parece fácil  leer  que esa rubia tenía muy poco de tonta. El cine del pasado visto con los ojos de hoy nos permite interpretar mejor ese pasado y conocer mejor nuestro presente. Blonde  es una película producida por Netflix que no tiene previsto estrenarse en las salas comerciales. Forma parte de la estrategia de  calidad  impulsada por la plataforma, como lo fue  Roma  de Alfonso Cuarón, con posibilidades de llevarse también algún premio en la próxima edición de los Óscar. Desde luego, Ana

Sicario. El día del soldado (2018)

¿Puede ser excelente una película ambigua moralmente? El cineasta canadiense Denis Villeneuve fue el responsable de dirigir la excelente Sicario (2015), una película aplaudida por critica y público. Contaba Sicario la guerra sucia emprendida por el gobierno estadounidense contra los cárteles del narcotráfico en la frontera de ese país con México. La frontera física era una metáfora de la frontera moral. En aquella película la agente del FBI, Kate Macer, interpretada por Emily Blunt, se cuestionaba la legalidad (y moralidad) de las actuaciones de ese grupo paramilitar. En la segunda película de esta saga el personaje de la agente Kate desaparece y de alguna manera perdemos ese rumbo moral . Sicario 2: El día del soldado , está dirigida ahora por Stefano Sollima. Poco conocido por el público, no es un recién llegado al mundo de la dirección. Fue el responsable de dos series de televisión muy bien recibidas – Roma criminal y Gomorra - y algún otro film, entre ellos Suburra (2015) .