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El Intercambio (2008)


 Una estrella con hambre de Oscar. Un diseño de producción con un look retro. Una historia fuerte. Muy fuerte. Es una fórmula mil veces utilizada en Hollywood. Un ejemplo: Frances (1982) de Graene Clifford, con Jessica Lange

En este caso, El Intercambio (2008), viene avalada por un plus diferencial. Esta dirigida por Clint Eastwood. Un cineasta que ha logrado un estilo capaz de transmitir la mayor cantidad de emociones con el mínimo de elementos. Los puentes de Madison (1995) es una buena muestra. Algunos llaman a esto clasicismo.

El intercambio está lleno de momentos “Eastwood”. Señalemos algunos:

. El plano en el que el niño Collins se despide de su madre tras la ventana de su casa. Un leve travelling. Ningún subrayado, ni énfasis especial. Imagen nuclear que remite a Mystic River (2003 ), otra vez la infancia truncada por la crueldad de los adultos. Eastwood nos recuerda que no queda espacio para la inocencia.
· La primera secuencia en la estación del tren. Chistine Collins (Angelina Jolie) - rodeada de policías y reporteros- se mueve entre la ilusión por reencontrar a su hijo y el desconcierto posterior cuando comprueba que le han dado el “cambiazo”. Es la mejor secuencia de la actriz. El cambio de registro es sutil y mas difícil de interpretar que las grandes pasiones con mayúsculas ( Desesperación, Venganza, Odio, etc.).
· La secuencia en que Christine Collins habla con su hijo impostor en su dormitorio. El niño boca abajo-mudo- mientras se despliega el monologo de la madre, añade un elemento de inquietud que el film luego apenas desarrolla (con la sola mención al caballo de Tom Mix). ¿Quién es en realidad ese niño?
· La reacción del toda la gente que trabaja en la comisaría cuando en voz alta Christine Collins suelta que el niño impostor esta circuncidado y su hijo no. Un plano seco con todos levantando la cabeza sorprendidos. Desde ese momento saben que el capitán – antes o después- está condenado y empieza a encerrarse, aislado, en su despacho.
· El montaje en paralelo de dos interrogatorios de muy distinto cariz. El primero, entre el director del psiquiátrico y Christine Collins, un duelo psicológico lleno de tensión y quiebros. Muy bien dialogado e interpretado..El segundo, muy intenso también, entre el sobrino de Northcott y el policía Ybarra (¡Ay que talento el de los guionistas de Holywood para bautizar a sus personajes¡). Contiene la idea visual mas brillante de la película. El cigarrillo que se consume mientras el niño cuenta la atroz historia. La mitad de mi reino por saber si esta idea estaba ya en el guión original, en el storyboard o es de puesta en escena. Soberbia (y sobrecogedora) también la idea de separar las fotos de los niños desaparecidos – este sí. este no- como si fuera una colección de cromos.
· La segunda secuencia en la estación del tren. El rostro y la mirada del jefe Davis (Colm Feore) da tantos escalofríos como el Capitán Smith (James Cromwell) en L.A. Confidencial (1997).

Y así podríamos seguir. La película incluye multitud de detalles. La centralita de las telefonistas. El jefe de Chistine Collins rondándole. El film está, no podía ser menos en una película de un actor/director, muy bien interpretado. Los secundarios esplendidos. No sólo Jason Butler Harner dando juego al psicópata Northcott, muy alabado por la critica, sino todo el elenco. Mención especial- a mi juicio- para Michael Kelly como el policía Lexter Ybarra.

Dicho todo esto, la película no acaba de funcionar. La mezcla de géneros no esta bien empastada. Al drama de la madre coraje, le sigue el drama psiquiátrico, luego el del psicópata asesino, la trama judicial para acabar en un melodrama. Incluso un set – piece sobre la pena de muerte. El problema no es la mezcla del géneros sino la arquitectura del guión No hay mezcla sino continuidad que, además, alarga la película (141 minutos) hasta que el espectador acaba deseando que finalice.. Al final da la impresión de que el guionista no confiara en cual de las dos historias era más atractiva: la de la madre enfrentada a la corrupción policial en busca de su hijo raptado o la del asesino descuartizador perdido en la América profunda

A esto se debe añadir que el tono cromático tampoco contribuye a reforzar la dureza de la historia. Es precisamente en las secuencias del rancho cuando la película alcanza mayor intensidad. Incluso la huida de los tres niños en claroscuros tiene un tono mas acorde con el contenido del argumento.

En definitiva, El intercambio (2008) es una película en la que las partes son mejor que el todo. La historia requería una estructura y textura menos convencional y mas arriesgada. El problema no es que el andamiaje se vea, sino que sea demasiado pedestre.

Cint Eastwood no necesita revisar clásicos como Ford o Hawks. Basta con que vuelva sus ojos a sus primeras películas. Especialmente, En la cuerda floja (1984), una película ni dirigida por él, ni protagonizada por Harry Callahan, pero que lo parece. Wes Block ( Clint Eastwood) vagando por los tugurios de Nueva Orleans en busca de perdón y compasión. De allí que aguardemos Gran Torino – su próxima película, a punto de estrenarse- con grandes expectativas.



    Director : Clint Eastwood

    Guión: Michael Stracgynski

    Montaje: Joel Cox

    Fotografía: Tom Stern

    Interpretes: Christine Collins ( Angelina Jolie), John Malkovich (Reverendo Briegleb), Lester Ybarra ( Michael Kelly), Capitán Jones ( Jeffrey Donovan), Jefe James Davis ( Colm Feroe), Gordon Northcott ( Jason Butler Harner

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