Ir al contenido principal

Entradas

Tarantino: Meditaciones de Cine.

Tarantino. Meditaciones de cine. Un libro de cine divertido, inteligente, con mucho conocimiento detrás e ideal para quien quiera desarrollar su carrera como guionista. Sobre Bullit :  algunas de las cosas que hace Bullit carecen de sentido narrativo, pero tienen sentido cinematográfico emocional. Sobre Harry el sucio : Siegel siempre ha puesto ante el público a protagonistas hacia los que uno se siente atraído pese a las pruebas de que tienen una naturaleza y un comportamiento preocupantes Protagonistas a quienes tal como nos lo presenta es difícil apoyar, pero, en último extremo, apoyamos de todos modos. Sobre Deliverance : No vemos la violación de Bobby; somos testigos. Sobre La huida : Mi principal duda fue que no era el libro. La mayor diferencia entre la historia contada por Thompson y la historia que cuenta Peckinpah es el tono. La película de Peckinpah es dura; pero la novela de Thompson es mucho, mucho, mucho más cr

Tenéis que venir a verla (2022)

Jonás, que cumplirá los 60 en el año 2041. Tenéis que venir a verla es el irónico juego de palabras con el que Jonás Trueba invita al espectador a ver su última película en las salas de cine. El público se sienta en su butaca y Trueba nos presenta en un primer plano prolongado -sin diálogos, solo con la música al piano de Chano Domínguez con una pieza, no por azar, titulada Limbo - a los cuatro personajes, dos parejas que se reencuentran tras el confinamiento de marzo de 2020. No se sabe nada de ellos, ni de sus relaciones, pero ese primer plano nos familiariza con todos. Casi a la antigua usanza, como en el mejor cine clásico, cuando se repetía en los primeros minutos de la película el nombre de los protagonistas para que el espectador se identificara con los mismos.   El filme avanza, pero el conflicto no estalla. Todo aparenta liviano en la superficie. La crítica ha hablado de boceto o ensayo, pero tras esta capa de superficialidad y cotidianeidad (conversaciones triviales, visita

Parásitos (2019)

Gatera fatal. El uso del espacio como recurso estilístico. Plano de una estrecha ventana a ras del suelo desde donde se contempla la vida de la calle, luego la cámara desciende donde se encuentra Gi Woo con intención de capturar el wifi de algún vecino. En seguida aparecen sus padres y su hermana. Ya está presentada la familia Ki-Taek y su entorno. Un semisótano pequeño, abarrotado, con un retrete en alto, con una luz cálida, colmado de tonos verdosos y marrones. Pronto Gi-Woo acudirá – literalmente ascenderá- a la casa de los Park, otro grupo de parásitos, pero de distinto cariz. Un hogar opuesto al primero: Espacios amplios, ordenado y limpio, decoración minimalista y fría, todo abrazado por un ventanal que mira a un amplio jardín. Es el hogar que los Ki-Taek invadirán. Un hogar que esconde secretos oscuros, donde la lucha entre parásitos de la misma estirpe será cruel. La tragedia no tarda en desencadenarse. Antes de consumarse, Gi Woo se mirará reflejado en un cristal y comprenderá

We are who we are (2020)

¿Por qué We Are Who We Are es una buena serie?   Enric Albero, un crítico pionero en escribir en los medios de comunicación sobre series de televisión, opinaba que el episodio 4 de la serie de Luca Guadagnino - We Are Who We Are- “encontraba en su puesta en escena la adecuación entre sus imágenes y su discurso”. Cierto. La puesta en escena de Luca Guadagnino – responsable de la plantilla estilística de la serie, aquella que define su enfoque visual, duración y progresión dramática de los personajes- cuenta con unos rasgos de autor reconocibles, donde logra integrar fondo y forma. Unos adolescentes norteamericanos – a los que se trata con respeto, pero no con condescendencia- en una base militar en el Véneto italiano deambulan de un lado a otro, dando tumbos, mientras la cámara se mueve tras ellos con largos travellings, uso de grúas y saltos bruscos de primeros planos a planos generales. La serie narra el proceso de maduración de estos adolescentes y la búsqueda de su identidad

Corsage (2022)

Intriga visual   Los motivos icónicos de la pintura son una fuente de inspiración constante para los cineastas. Una mujer mirando al exterior por una ventana es uno de esos motivos. Un ejemplo:   Interior, mujer en la ventana (1880) (figura 1), del pintor impresionista Gustave Caillebotte (1848-1894). Este tipo de obras ofrecen múltiples lecturas. ¿Qué mira esta mujer? ¿Qué piensa? ¿Qué anhela? ¿Qué añora? En el cuadro de Caillebotte el espectador tiene que poner mucho de su parte, aunque tenga algunos datos, que Victo r I. Stoichita denomina “la puesta en escena de una intriga visual” ( Ver y no ver , Siruela, 2005). Esta mujer ve el reflejo de su propia representación. Otro edificio frente a su casa, otra mujer pensativa en una ventana de ese edificio. También tiene otra pista. La separación entre la mujer y el hombre, sin contacto visual ni corporal, indiferentes uno del otro. Una, abstraída, viendo pasar la vida. El otro, ausente, leyendo el periódico. Mientras que Caillebotte apo

Tú y yo (1939) (1957)

Tomemos en serio la comedia romántica. El público suele recibir las comedias románticas con agrado. Las cifras de taquilla lo corroboran. Mientras tanto, la academia y los festivales suelen tratarlas con cierto desdén, como si fuera un género menor. Basta comparar el número de ensayos que se publican sobre el western o el cine negro con los dedicados a la comedia romántica. Un craso error. La comedia romántica trata con tono amable asuntos graves: las diferencias de clase como una barrera para formar vínculos personales estables, los problemas para hacer frente a una ruptura sentimental o las dificultades que la enfermedad genera para consolidar estas relaciones. Son muchos los directores que se han sentido cómodos con el género. Entre los clásicos, Capra o Cukor. Más recientemente, Nora Ephron o Nancy Meyers. Leo McCarey se encuentra en esta nómina.   McCarey se inició en el cine mudo, desarrolló gran parte de su carrera en la época dorada del cine clásico y llegó a ver los cambios qu

Gravity (2013) / Cuando todo está perdido (2013)

Propuestas paralelas en tiempos de desconcierto. Gravity (Alfonso Cuarón, 2013) fue recibida con alborozo por la crítica y la academia por sus recursos técnicos en 3D, su virtuosismo formal y la interpretación de Sandra Bullock. Cuando todo está perdido (All is lost, J.C. Chandor, 2013) también fue aplaudida en Cannes 2013. Ambas fueron presentadas ese mismo año. Quizás la fecha no fuera casualidad. Tras la crisis de 2008, la sociedad quedó desorientada. No es, pues, extraño que en las pantallas de cine tomaran presencia personajes en busca de nuevos espacios o simplemente a la deriva, que sufren todo tipo de infortunios para sobrevivir. Chandor había explorado el tema de la crisis económica en Margin Call (2011 ) . Cuarón en Y tu mamá también (2001) mostraba como telón de fondo un contexto social y económico de degradación.   Gravity comienza con un largo plano de un paseo espacial entre la Dra. Stone (Sandra Bullock) y Matt Kowalski (Geoge Clooney), con una coreografía que remite